Monday, April 19, 2010

Elogio merengue

Nadie puede presumir de saber quién ganará la Liga, pero somos muchos los que podemos afirmar algo con rotundidad: el Madrid es un competidor descomunal que resiste ante un equipo llamado a marcar la historia del fútbol mundial, de momento el único capaz de lograr los seis títulos en juego en un mismo curso. Permítanme este encendido elogio del derrotado: estamos frente a un Madrid colosal y ahora no toca excusar semejante potencia en base a los casi 300 millones de euros invertidos. De acuerdo, se ha construido con dinero, pero eso es mucho menos relevante que su capacidad para no tirar la toalla pese al rapapolvo recibido el pasado sábado en el Bernabéu.

La afición madridista anda resignada y el entorno mediático, como casi siempre, oscila entre la rendición del lunes y la conjura del viernes, esperando resultados para tomar posición. El vestuario no. El vestuario blanco ha decidido resistir y luchar con la bayoneta calada, sin ceder a las tentaciones entreguistas que los aficionados mostraron durante su triste fin de semana y el irrefutable derrotismo de los medios madrileños. Ni Pellegrini ni sus jugadores hicieron caso a la bandera blanca que enarbolaron el madridismo militante y el periodístico y han seguido adelante en busca de la dificultad extrema de superar a un equipo estratosférico como es el Pep Team. Contra toda probabilidad siguieron compitiendo, peleando en Almería cuando todo invitaba a entregar la cuchara y regalar el campeonato. No lo hicieron y dudo que lo hagan en las próximas semanas. Quizá tropiecen, pero no se rendirán, al contrario que esos periodistas de cámara más ocupados en segar la hierba a los pies de Pellegrini y fichar nuevas estrellas que en valorar la indiscutible nobleza de este equipo.

El Madrid tiene defectos notorios que hemos señalado a lo largo del curso y que el sábado fueron palpables frente al Barça. Pero Pellegrini ha hecho un buen trabajo en su primer año. Recibió una plantilla muy desequilibrada como se ha comprobado; perdió jugadores decisivos con los que contaba; acogió alguno que no necesitaba; recuperó gente desahuciada por la dirección deportiva y la prensa; y ha ido subiendo peldaños en la construcción del equipo. Si el propio club no le moviera la silla a diario a través de su periódico de referencia, Pellegrini podría fabricar un excelente conjunto para la próxima temporada, con las piezas acopladas, algunos refuerzos en el centro del campo y mayor equilibrio en la plantilla, aunque lograr eso sea como pedirle sordina al gallinero mediático actual. El otro problema merengue es que enfrente no sólo hay un Barça fenomenal, sino especialmente un grupo de jugadores dispuesto a competir hasta el último aliento.

No comments: