Me encanta el cine y sigo "Qué grande es el cine" desde sus primeros programas. Es una de las escasas ocasiones que hay en la televisión española de emisión abierta. En él he tenido ocasión de ver y de grabar muchas películas que hasta ese momento solo conocía "de oídas" o por lecturas. En él he descubierto la obra de maestros como Fellini, Kurosawa o John Ford.
Creo que es indispensable un programa de estas características, que programe buen cine y que luego ofrezca comentarios especializados y referencias para los que quieran conocer más de los directores o de las películas que se presentan. Me parece lo mínimo que puede exigírsele a una televisión pública en relación al cine de calidad.
Pero dicho todo esto, y aunque ya confieso que soy un asiduo del programa, creo que su formato es claramente mejorable.
La personalidad de Garci lo marca demasiado. Me gustan algunas películas de este director español (sobre todo las primeras "Solos en la madrugada", "Asignatura pendiente", "El crack"...), pero resulta algo cargante el tonillo de superioridad y de petulancia con la que presenta el programa. Y algunos de los colaboradores (amiguetes) de los que se ha rodeado son muuuuuy pesados.
El coloquio, que tiene el interés de repasar algunas de las escenas destacadas del filme (y esto es realmente útil, porque así percibes muchos detalles que se te habían pasado), resulta a veces una competición para ver quién estuvo en más cócteles con tal o cual director, o para ver quién es el autor de la opinión más excéntrica.
Durante mucho tiempo, solo iban invitados hombres y, cuando le preguntaron a Garci la razón de esto, se despachó con una patochada machista de campeonato, diciendo que funcionaba mucho mejor de cara a la audiencia femenina una reunión de hombres cultos comentando una película.
La selección de los títulos que se proyectan deja ver la preferencia clara de Garci por el cine clásico estadounidense, mucho más programado que el europeo o el de otras nacionalidades.
Puestos a elegir un presentador egocéntrico como Garci, me quedo con el irreverente y divertido Antonio Gasset (Días de cine).
Y, por último, me gustaría criticar dos cuestiones que se escapan seguramente de la responsabilidad del conductor del programa: su horario (empieza a las 23:00 y, coloquio incluido, puede llegar hasta las 2 y pico de la mañana, un horario perfecto como se ve para promocionar la cultura) y la publicidad, que, también aquí, rompe sin respeto las obras de arte que se pasan cada semana.
Aún así, y hasta que no haya otra alternativa en mejores condiciones, seguiremos viendo ¡Qué grande es el cine!
Un saludo y gracias por leerme.
¡Hola!Aquí un apasionado del cine, el comic, la literatura y el rock'n'roll donde internet es una fuente inagotable de información en la que el frikismo se siente como el ave fénix resurgiendo de sus cenizas.
Saturday, September 13, 2008
Traveler101 dice:
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